(No se preocupen por las cadenas
Solo vengo a recitar esta poesía)
La claustrofobia me puede invadir esta noche
Y quedar solo en mi celda
Con un infarto acechando, entre las sombras del pabellón.
Un momento para resfriarse con delirios
Preguntándole al espejo donde quedaron mis ojos.
Pero están los alambrados, ellos son la claustrofobia.
Sin lugar para esconderse ni para olvidarse
De las botas, de los golpes, del control, del castigo.
Morir desangrando con escalofríos de agonía
Anhelando que una dosis de ternura
Se robe la muerte, te haga inmortal.
¿La razón de esta poesía?
Camuflar este martirio
Convenciendo al almanaque que pegue una piña
Y les baje los dientes a los meses que faltan
Para volver allá… al mundo de los normales, los reclusos del engaño.
Ofrezco un trueque; mis dos mil sentimientos
A cambio de un hombro de jazmines, para inundarlos de llanto
Mis sueños están drogados, hoy no creo poder dormir
Esperaré robotizado y veré como amanece, el cielo de este calvario
¿Qué opino del mundo? Me pregunta una sombra, que creí ver pasar
Que todavía existen los besos, contesto con miedo y gritando
A la sombra que creí ver pasar.
Camilo Blajaquis
miércoles, 1 de abril de 2009
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oohh poeta, soñé con vos jaja, en el sueño iba al instituto y aparecias de nuevo ahí en ingreso, toy re chiflada che! Besoo
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