Rimbo, el mejor baile de la zona sur, el verdadero, por Alexis R

En La Isla Maciel la mayoría de los pibes vamos a bailar a Rimbo. A mi me gusta ir a ese baile porque es grande y además porque pasan todos temas santafesinos. Ahí tocan por ejemplo Los Lamas, Los Cádiz, Los del Fuego, Los del Maranaho.

El escenario está ubicado al fondo y al costado de la barra. Más o menos mide 12 metros de largo y tiene seis de ancho.

Cuando tocan Los Cádiz es cuando más se llena el baile.

Los viernes son para personas de mayor edad. Abre a las 12 del mediodía y tocan Chamamé, bailan folclore y terminan a las ocho de la noche. Se vende mucho locro.
Con mis amigos íbamos en un Falcon que nos iba a buscar a la salida. Era un remís del barrio que no nos cobraba el viaje porque lo conocemos de chiquito.

Estar Pálida, por César G

La calle, ese lugar
que no habita en mis suelas
Hace tanto tiempo.
Cuando vuelva a respirarla
¿con que llenaré ese hueco en mis ojos que dejaron los gusanos de la soledad?
Viernes de otoño (supuestamente) y el hambre grita en mis entrañas,
mis colegas recuerdan noche de mujeres,
Y yo por no saber nadar me ahogo
en la desesperación que calmaría el cigarro que no tengo.
Estamos pálida.

Tengo miedo a veces que el mundo se haya ido.
Pero no se fue, mañana hay visitas.
Una psicóloga ayer me dijo que no puedo ser escritor
Esa piña duele más que la del guardia
Por acá todo es muy frío.
Ya raras veces viene el sol con sus amantes.
Las estrellas como los presos
le tienen miedo a los carceleros.

Camilo Blajaquis
Penal de Marcos Paz

Todo mal, por Leonel P

Me llamo Leonel P y estoy privado de mi libertad hace 3 años y 4 meses. El 28/7 voy a cumplir 21 años y me pasan a un penal para mayores. Mi Tribunal nunca vio mi evolución y estoy muy molesto por eso, porque le presenté muchos informes positivos y proyectos pero ahora me doy cuenta que no sirve de nada lo que hacemos acá adentro. A los jueces no les importa si vos cambiaste o no. Para ellos nosotros somos de la villa, no tenemos cura, pero no es así. Me di cuenta que la familia y la libertad son lo más importante que hay en el mundo y que te tiene que pasar algo para darte cuenta de las cosas.
Por eso estoy resentido con el Tribunal, porque me dijeron que haga las cosas bien para salir y todavía me encuentro acá en el Agote y en tres semanas me pasan a penal.
Por eso yo les digo a ustedes que están del otro lado que la justicia es una mierda. Que no ve que puede cambiar a pesar de que tuvo muchos errores con la sociedad y la justicia.

El gimnasio de boxeo de Consti, por Ezequiel S

Me llamo Ezequiel, soy del barrio de San Telmo y tengo 19 años. Empecé boxeo cuando tenía más o menos 13 años porque en un flash me gustó y también porque al mediodía y a la tarde no tenía nada que hacer. Fue por no quedarme sin hacer nada a la tarde, pero además estaba piola porque descolgaba un toque de todo un poco, pero después de cobrar no quise ir más porque me dio bronca.
Entrenaba en la calle Hornos, en Constitución con un profesor que era ruso y se llama Vladimir. Lo que más me gustaba era pelear y ver peleas de los pibes que más tiempo le llevaban porque aprendes un poco de los pibes grandes. Ahí había gente de todas las edades y yo era el más chico.
El gimnasio era medio tumbero pero las ganas de enseñar que tenían los profes era muy grande que es lo que más se destaca del gimnasio. Es en un sótano al costado del ferrocarril. Hay cinco bolsas, un cielo y tierra y un pitchbull. El ring es viejo y hace mucho ruido cuando lo pisas.
Lo más duro de los entrenamientos de boxeo para mi era hacer soga. Yo aprendí con cables de televisión y me costó mucho pero de los golpes aprendí todo. Lo máximo que hice fueron quince minutos sin parar, pero los más viejos hacían cuarenta o cuarenta y cinco minutos saltando sin parar.

El recorrido de un hincha, por Alexis R

Yo siempre iba con mis compañeros y con la banda. Vivo en la Isla Maciel, a dos cuadras de la cancha de San Telmo.
De visitante viajábamos en micro. Salíamos de la Isla Maciel, después pasábamos por Villa Tranquila y ahí subúa mucha gente y también por la sede en Capital. Así nos íbamos a la cancha. Siempre íbamos cuatro micros y llevábamos redoblantes, muchas banderas, bombos y trompetas.
Soy hincha de San Telmo por mis abuelos y porque soy del barrio. El mejor partido para mi fue uno que le ganamos a All Boys en Floresta 2 a 1.
Cuando salimos de la cancha hago el mismo recorrido y me quedo con la camiseta puesta todo el día.

Mi último cumpleaños en libertad, por Mario O

El próximo viernes voy a cumplir 20 años y les voy a contar cuando cumplí 18 y estaba en la calle. Ese día a la tarde arreglamos con un par de amigos para ir a Bus, un baile que queda en San Martín.

Nos juntamos en el monoblock 8 y ahí empezamos a tomar unos Pronto y nos fuimos en cuatro motos y las dejamos en la estación de servicio que está en la esquina. El baile estuvo re lleno y la pasamos re piola. Tomamos un par de jarras. Como fui con mi hermana y la tuve que taer no me pude volver con ninguna chica. Llegamos a las ocho y cada uno se fue a su casa.

Va a ser el segundo cumpleaños que paso en cana y para los 21 espero poder estar en la calle y poder festejarlo con mi mujer y mi hija.

Mi barrio, por Juan Carlos S

Vivo en la villa 21 desde los ocho años. Lo que más me gusta de mi barrio son las chicas que hay. Lo más lindo es los viernes en “El local de Coqui”. Ahí se arma la joda. El lugar es grande, entran como 300 personas y tiene luces y ventilador. Se entra gratis y las bebidas las tenés que comprar en la barra. Lo que más se vende es el Pronto, la cerveza y las jarras.

Al lado de mi casa hay una cancha de vóley. Los viernes y los sábados juegan los pibes y al costado ponemos música en los coches o en los equipos de música y las chicas empiezan a bailar. Nos quedamos hasta las dos de la mañana y después casi siempre nos vamos al boliche Trax, que queda ahí en Lanús. Casi todos los del barrio vamos a ese legar.

A la villa 21 del barrio Zavaleta la divide la avenida Iriarte. Siempre hay problemas entre estos dos barrios.